El próximo 22 de julio, nuestra asociación cumplirá diez años de trabajo ininterrumpido. Tal día como ese, del año 2015, el entonces Cardenal-Arzobispo de Valencia, Don Antonio Cañizares Llovera, erigía la asociación Apostolado de al Divina Misericordia en nuestra archidiócesis. La Iglesia universal, se preparaba para celebrar el Año Jubilar de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco. Una década después, inmersos en el Jubileo ordinario de la Esperanza, nos disponemos a celebrar diez años de gracia e infinita misericordia.

Bajo el lema «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia», (Mt. 5, 7), arrancamos el décimo aniversario de la erección canónica de nuestra asociación, poniendo a los pies de Jesús Misericordioso, las intenciones de cada uno de los socios y voluntarios que llevan acompañando los pasos de nuestro apostolado desde el mencionado año 2015.

«Dad gracias al Señor porque es bueno; porque es eterna su misericordia» (Sal. 136), con nosotros dad gracias al Señor, porque un día se fijó en esta diócesis, en un grupo de sacerdotes y fieles cristianos laicos, para emprender esta gran obra que ha ido modelando con sus propias manos. Como apóstoles de Jesucristo, de la misericordia que  brota de su costado abierto, de su corazón ardiente, damos gracias por encomendarnos esta tarea y alentarnos día a día a seguir adelante, superando los obstáculos del mundo y nuestras propias flaquezas.

Emprendemos un año cargado de esperanza, por los muchos retos y proyectos que nos esperan y lo hacemos en el seno de la Iglesia universal, como pequeña porción de su pueblo al que fuimos consagrados por medio del bautismo. Amamos a la Iglesia como madre y Cuerpo de Cristo, cumpliéndose lo que el apóstol Pablo dice a los cristianos de Corinto, «pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo» (1 Cor 12, 12).

Fue el mismo Jesús quien se manifiesta a Santa Faustina Kowalska, como la misericordia infinita del Padre, fuente de salvación y de gracias espirituales para los hombres. Ese es sin duda el mensaje que nuestra asociación transmite desde sus orígenes, "Cristo como fuente de amor y de misericordia". Un amor y una misericordia que no tienen límites, que no entienden de razas, ni culturas, ni género, ni nacionalidades, en definitiva que busca ser luz para quien se encuentra en tinieblas, para el que sufre.

Lo que para algunos ojos queda en una obra de caridad con las personas sin hogar, nuestra misión apostólica transciende mucho más lejos; desde la asociación Apostolado de la Divina Misericordia de Valencia, también visitamos hospitales, hogares en situación crítica y familias desestructuradas. Y lo más importante, ¡rezamos por todos ellos!

Como logo para este décimo aniversario, hemos elaborado el que se muestra en la imagen. Se trata de una reconfiguración de nuestro logo oficial, que busca denotar la celebración de una gran efeméride como ésta, diez años de vida, toda una década de servicio.

Os invitamos a todos a participar en los actos, eventos y celebraciones que iremos viviendo a la largo de todo este año 2025. Contamos con vuestra oración y colaboración. ¡Os esperamos!